El jueves 22 de febrero en la Sala Narciso Bassols, dentro de las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública, se presentó el quinto tema del micrositio UnADM Saludable: Practicar la reflexión. Dalia de la Peña Wing, divulgadora de temas científicos y culturales, y Rubén Vásquez Juárez, maestro del programa educativo de Promoción y Educación para la Salud, de la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM), fueron los panelistas. Por su parte, la directora de la División de Ciencias de la Salud, Biológicas y Ambientales fue la presentadora.
Cabe decir que Practicar la reflexión forma parte de la serie de encuentros UnADM Saludable, una iniciativa que tiene por fin promover y cultivar la salud en todos sus ámbitos, dentro y fuera de la comunidad universitaria. En este caso, la importancia de reflexionar radica en, como se muestra en el micrositio: la capacidad de detenerse a observar y pensar sobre sí mismo, pues esto nos brinda un estado de control sobre nuestras emociones. Ya que reconocer, regular y manejar nuestras emociones nos permite tolerar aquellas que no nos gustan, pero sin dejar de ver las que nos agradan. Esto es la base para desarrollar la capacidad de pensar y analizarnos a nosotros mismos, pues solo en este estado es que podremos identificar el por qué́ de cada una de nuestras emociones.
Dalia de la Peña comenzó reflexionando sobre el autoconocimiento y el cómo nos hace sentir, y explicó cómo son las emociones, ya sea cuando se reflexiona o no.
Cada vez que nosotros recibimos una información, ya sea visual o [de otro tipo] tenemos una partecita ahí bien chiquitita, bien chiquitita, pero que trabaja muchísimo y que se llama amígdala, que viene del griego que quiere decir almendra. Bueno, esa amígdala, que forma parte del sistema límbico, se conecta con otras partes como el hipocampo, el hipotálamo y demás. Esta registra todo lo que tiene que ver con la memoria. ¿Bueno, por qué les hablo de la amígdala? Porque cada vez que nosotros percibimos algo, por ejemplo, de manera visual, o auditiva, el recorrido natural que hace esa información que recibimos, ojo, que recibimos o que percibimos que recibimos, que estamos recibiendo, porque no necesariamente es real. [...] Bueno, esa se va normalmente directamente al hipotálamo. Y de ahí se va todo al neurocórtex se va para la parte de la reflexión, de la verdad. Y entonces sí, pues ya regresa a donde está la amígdala”, comentó la divulgadora.
Sin embargo, cuando no pasa ese recorrido y tenemos un estímulo contrario a la reflexión, la amígdala reacciona y se va directamente a la memoria, percibiendo algún mal recuerdo,
ahí es donde está actuando la amígdala y no le permite, porque entonces lo que hace la amígdala es que directamente del hipotálamo se va directamente a la amígdala. ¿Y qué hace la amígdala? La amígdala que va a segregar una sustancia que se llama noradrenalina, entre otras más, que va a secuestrar al cerebro. Es decir, no lo va a dejar que haga todo ese camino largo que habíamos dicho para que pase por la reflexión y uno actúe reflexivamente, sino que se va a brincar, va a secuestrar, manifestó.
Por otro lado, el maestro Rubén Vásquez dijo que todas las personas “tenemos procesos reflexivos” y a partir de estos podemos encontrar soluciones a problemáticas determinadas. Además, comentó que este proceso reflexivo impacta a las esferas de lo físico, biológico, social y otras áreas, lo que nos hace ser mejores personas ante la sociedad y crecer emocionalmente, así como salir adelante ante cualquier problemática. Por lo que invitó a la audiencia a detenerse un poco para reflexionar ante cualquier situación.
Entre otras cosas más, dieron algunas recomendaciones, como meditar, escribir, escuchar música, ejercitarse, tejer, tocar algún instrumento, entre otros, para poder adquirir el hábito de reflexionar.