Se exploran las posibilidades educativas que pueden generarse entre los países latinoamericanos, a base de sinergias y colaboraciones en el ámbito de la educación a nivel superior.

Recordar a Simón Bolívar representa una oportunidad para reflexionar sobre nuestro entorno. Aunque los ideales, el contexto y el momento histórico-político-cultural que él vivió fueron muy distintos al nuestro, paradójicamente su pensamiento nos demanda momentos de unidad; es decir, una América Latina unida, solidaria, fraterna, empática y con compromisos recíprocos. En ese sentido, hoy se demandan visiones públicas de las situaciones y los problemas que se están viviendo.      

 

Algunos de sus pensamientos

 

Simón Bolívar siempre pensó en la libertad como un proceso continuo de luchas para unir a los latinoamericanos y caribeños en un lazo social, cultural y político.

 

La libertad, como una conquista permanente, transforma la realidad de nuestros pueblos, cuya utopía es el hermanamiento de las naciones de América Latina y el Caribe.

 

El latinoamericanismo de Simón Bolívar se construye a partir de dos condiciones: considera que el sistema más conveniente para los estados independientes de la región es la república, y que la educación del pueblo debe ser responsabilidad del Estado. Por medio de esta institución se forma la moral de los pueblos y se establecen las características centrales de una nación.

 

Para Bolívar, el propósito de la educación pública quedaba imperfecto si no se mejoraba la educación de la niñez. La escuela cumplía una función política en la formación de ciudadanos y el Estado ejercía una función docente al hacerse cargo de la educación en el marco territorial de su soberanía, sobre todo en la educación literaria y cívica de la juventud.

 

La internacionalización solidaria

 

Una forma de ruptura con el sentido mercantilizador impuesto a las relaciones entre las naciones y las instituciones de educación superior que hoy dominan la región ha sido el impulsar una perspectiva de internacionalización solidaria y del hermanamiento entre las naciones que impacten los procesos multilaterales de formación, vinculación, intercambio, movilidad, innovación e investigación entre las instituciones educativas a nivel local, regional y mundial. Se trata entonces de generar una gran comunidad.

 

La internacionalización solidaria va a implicar relaciones de colaboración desde la reciprocidad con un fuerte sentido de transformación. Combina lo local, lo regional y lo internacional hacia un “buen vivir”, a partir de una agenda que priorice las relaciones con América y el Caribe para desarrollar temas como igualdad de género, economías populares y solidarias, pero también que hable de una cultura de paz, de derechos humanos y de flujos migratorios.

 

En la misma perspectiva del reconocimiento de la humanidad latinoamericana y caribeña y su derecho a la identidad, a la lucha y a la libertad planteada por Simón Bolívar, se trabaja por una educación intercultural dirigida a la construcción de una idea del ser humano encarnada en el sujeto colectivo que forma un todo con la naturaleza y el cosmos.

 

Pensar en la integración de América Latina y el Caribe desde una perspectiva intercultural requiere de la construcción de una ciudadanía que comparta una base ética común para la comunicación, el entendimiento, la solidaridad y el desarrollo de nuestra región.

 

La internacionalización solidaria y la interculturalidad de la educación superior deben considerarse como exigencias éticas en un espacio humanizado, llamado América Latina y el Caribe, en el que los hombres y las mujeres venidos de todas partes, de otras lenguas y culturas construyan un espacio comunitario desde la diversidad.

 

Esto se puede ir logrando en la medida que se tenga mayor participación en los procesos que llevan a ese bienestar colectivo, construidos siempre desde una mirada de inclusión y de entendimiento del otro. Un otro con el que se puede tener posibilidades de construcción de una identidad, de identificación de objetivos, de retos conjuntos y llevar a estas ciudadanías.

 

Esa colaboración se puede hacer desde las instituciones educativas. La internacionalización solidaria es un planteamiento que se construye desde la Secretaría de Educación Pública y que se enfoca en todas aquellas relaciones que tengan una perspectiva de reciprocidad, de mutuo beneficio, de entendimiento y de construcción de diálogos horizontales. Lamentablemente, en muchos casos han existido desigualdades en diferentes rubros que no han permitido el fortalecimiento de las instituciones. 

 

¿Cómo se derriban las barreras de acceso de participación?

 

  • Los procesos de internacionalización deben abrir nuevos espacios a poblaciones que se están dejando de lado.
  • Se necesitan políticas educativas e instituciones que ayuden a privilegiar sinergias en torno a grupos de investigación, que tengan una atención muy directa en los fenómenos y las problemáticas sociales que nos son comunes.
  • Proponer que se trabaje entre países y al interior de los países. Las posibilidades de movilidad y de participación en las investigaciones pueden llevar cada vez a más espacios.
  • Buscar nuevos territorios e incluir a otras poblaciones en todo tipo de debates que permitan tener esta transformación.
  • Reforzar el diálogo multilateral, pero intercultural, da la posibilidad de conocer cómo se ven los problemas (socioambientales, violencia, migración, marginación y discriminación) para avanzar hacia un mundo en donde las personas encuentren sus propios espacios y construyan conceptos como el “buen vivir” desde una perspectiva comunitaria.
  • Las instituciones de educación superior hacen un llamado a la colaboración solidaria, a compartir recursos, a permitir, desde la Ley General de Educación Superior, que se promueva la movilidad entre los estudiantes, que puedan reconocerse los estudios de instituciones en un país y en toda la región latinoamericana.

 

¿Cuáles son los retos?

 

  • Formar ciudadanos con valores éticos.
  • Tener mayor apertura y empatía para colaborar y resolver problemas.
  • Las instituciones tienen que promover proyectos de colaboración con otras instituciones para la generación y difusión del conocimiento.
  • Se necesitan puentes entre la sociedad, las instituciones y los gobiernos para definir y solucionar los problemas públicos. La Ley General de Educación Superior invita a tener diálogos y a profundizar en estas acciones.
  • El gran desafío es la solidaridad y la reciprocidad en ambientes plurales, diversos e interculturales.

 

Webinario Investigación: La integración educativa en Latinoamérica: Hacia una agenda intercultural.

 

Canal UnADM (2021, 29 de julio). La integración educativa en Latinoamérica: Hacia una agenda intercultural [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=v8EvcKgbQuA

 

Subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, doctor en Desarrollo Rural por la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco.

 

Doctora Gloria del Castillo Alemán, directora general de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de México).

 

Maestro Enrique Ku González, coordinador de movilidad y coordinación académica en Educación Superior de la Subsecretaría de Educación Pública de la SEP.