Seguramente esta pregunta ha sido planteada miles de veces, y para algunas personas su respuesta es uno de los elementos principales que las lleva a exaltar su #OrgulloYCorazónUnADM.
La UnADM, además de ser una universidad inclusiva, pública, gratuita, flexible y en línea, que permite a millones de estudiantes concretar su sueño de terminar una licenciatura, un nivel técnico superior universitario (tsu) o una maestría, en cualquier lugar de México o, incluso, en el mundo, la universidad se distingue de otras instituciones por sus prácticas profesionales y proyectos terminales.
Ambas podrían entenderse como una suerte de “servicio social”, que en el lenguaje común significa colaborar con una institución para ofrecer durante un tiempo determinado los conocimientos aprendidos a lo largo de la licenciatura o tsu. De alguna forma, esto sería retribuir a la sociedad la oportunidad brindada de haber estudiado de manera gratuita, poniendo en práctica o reafirmando los conocimientos adquiridos.
Sin embargo, en la UnADM este servicio va más allá de la idea general. Lo llamamos prácticas profesionales (para el caso del tsu) y proyectos terminales (para el nivel de licenciatura), a una manera de proponer respuestas y soluciones a los problemas de la sociedad. En pocas palabras, es una oportunidad de poner en práctica, durante 500 horas, todas las herramientas que el estudiante obtuvo en su formación académica, lo que también permite la acreditación de dos asignaturas de su programa de estudios mediante la entrega de una propuesta (para tsu) o un proyecto de intervención (para licenciatura).
Desde el punto de vista de la adquisición de competencias académicas y destrezas, las prácticas y proyectos constituyen una gran oportunidad al estudiante no solo para fomentar habilidades y conocimientos, sino también para:
a) Formar un vínculo con una institución, empresa u organización de la sociedad civil u OSC (dependiendo del perfil de egreso de cada programa educativo), vínculo que en ocasiones abre la puerta a las oportunidades laborales.
b) Hacer una simulación de la manera en que podría ejercer sus aptitudes profesionales.
c) Poner en práctica sus habilidades de análisis, diagnóstico, interpretación y propuestas de solución a situaciones en las que sus aportes podrían hacer un verdadero cambio.
d) Por último, pero no menos importante, confirmar que, al haber tenido la oportunidad de estudiar un tsu o una licenciatura, es capaz de crear cambios significativos a partir de lo aprendido.
Para nosotros, la comunidad académica y administrativa de la UnADM, es motivo de gran orgullo saber que nuestras y nuestros estudiantes tienen la capacidad de autogestión para buscar espacios donde realizar sus prácticas y proyectos, en plena libertad de elegir, según la conveniencia de cada uno, el giro o ramo de la empresa, institución u osc, ubicación, modo de trabajo u horarios, entre otros aspectos.
Una vez que el estudiante está plenamente convencido de su elección, es preciso que siga los pasos administrativos adecuados, proceso que cada programa educativo, junto con el docente respectivo, le harán saber, en su momento, de manera informada, consensuada y siempre respondiendo a sus dudas e inquietudes.
En la División de Ciencias Sociales y Administrativas (DCSA), al entender la situación por la que estamos atravesando, derivada de la pandemia provocada por el covid-19, hemos pensado en algunas estrategias para apoyar a nuestras y nuestros estudiantes en el cumplimiento de esos requisitos. Por ello, ponemos en marcha dos megaproyectos: el de Economía Social y Solidaria (para los Programas Educativos de Administración y Gestión Pública, Desarrollo Comunitario, Gestión Territorial y Políticas y Proyectos Sociales) y el de Evaluación del Gasto Público Municipal (para el programa de Contaduría y Finanzas Públicas).
Estos tienen como finalidad que la UnADM albergue a los estudiantes que, a pesar de haber emprendido toda una campaña de centenas de llamadas telefónicas, visitas interminables, largas charlas con responsables de instituciones, empresas, etcétera., no lograron ser aceptadas o aceptados para realizar sus prácticas o proyectos. A grandes rasgos, fueron pensados para ser un espacio de inclusión, movimiento y posibilidad de que el estudiante siga avanzando en su trayectoria académica, sin comprometer sus objetivos y metas.
Una vez explicadas las funciones y características de las prácticas profesionales y proyectos terminales, la DCSA invita a sus estudiantes a que se acerquen a su responsable de programa educativo o docentes para aclarar sus dudas y, en equipo, encontrar la mejor opción para dar los últimos, pero importantes pasos en su andar universitario.
Agradecimientos (colocar en un recuadro)
Ofrezco mi más sincero agradecimiento a las maestras Analí Melo, Adriana Monroy, Hellen Castañeda, Laura Pascual y María Antonia Cruz por su apoyo para la elaboración de este artículo.
Referencias
Diario Oficial de la Federación (2012, 19 de enero). Decreto que crea la Universidad Abierta y a Distancia de México. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5230365&fecha=19/01/2012
Programa Educativo en Administración y Gestión Pública. (2018). Manual de Proyecto terminal.
Programa Educativo en Derecho. (2018). Instrucciones para Proyecto de intervención.
Programa Educativo en Desarrollo Comunitario. (2018). Manual de Proyecto terminal.
Programa Educativo en Seguridad Pública. (2018). Manual de Proyecto terminal.
Universidad Abierta y a Distancia de México (2018). Reglamento escolar. https://www.unadmexico.mx/images/descargables/ReglamentoEscolar_2021.pdf